Historia Ideas Políticas

Historia de las doctrinas políticas, historia de la teoría política, historia de las ideas políticas o historia del pensamiento político son expresiones utilizadas para denominar a una disciplina historiográfica confluyente con la parte de la historia de la filosofía que se refiere a la política (filosofía política). Se entiende, genéricamente, como parte de la historia de las ideas y, específicamente, como vertiente historiográfica de la politología o ciencia política, una de las ciencias sociales.

Edades Antigua y Media

 

En la India antigua pueden encontrarse textos que reflexionan sobre la política desde el épico-mitológico Rig-veda (fines del II milenio a. C.) y el Canon Pali budista (c. siglo VI a. C.) Chanakia Pandit (c. 350-275 a. C.), el principal ministro del emperador Chandragupta Mauria, es considerado como uno de los primeros pensadores políticos y economistas; y de hecho se le denomina como el "Maquiavelo hindú". En base a sus enseñanzas se escribió el Artha-shastra (siglo II a IV d. C.), uno de los primeros tratados de pensamiento político, economía y orden social. Discute en detalle las políticas fiscales y monetarias, la asistencia social, las relaciones internacionales y las estrategias bélicas, entre otros temas de ciencia política.

En la China anitigua, el pensamiento de Confucio y de Lao-Tsé, así como de las escuelas de pensamiento que los continúan, es en gran parte una reflexión sobre la sociedad, el Estado y la naturaleza cíclica de su historia.

En la civilización occidental, la reflexión intelectual sobre la politeia u organización política se remonta a la Antigüedad clásica, al menos desde Herodoto (Historias), y principalmente con Platón (Politeia -traducido habitualmente como "La república"-) y Aristóteles (Política). La influencia posterior de estos textos fue inmensa.

La diferencia entre las respectivas expresiones doctrinales del idealismo platónico y el realismo aristotélico se ha interpretado incluso como una consecuencia de la diferente condición sociopolítica de ambos filósofos (Platón, ateniense de noble familia; Aristóteles, meteco -extranjero sin derechos políticos-). Mientras que el fundador de la Academia despreciaba el sistema democrático ateniense en favor de una utopía elitista; el del Liceo, crítico con todas las utopías, lo encontraba como el menos malo.

Otros textos griegos de importancia fueron la Oración fúnebre de Pericles (en realidad una recreación de Tucídides) o las dos Athenaion Politeia (traducidas habitualmente como "La constitución de los atenienses" o "La república de los atenienses"), una atribuida a Aristóteles o a su círculo (inédita hasta 1880, que no forma parte del Corpus Aristotelicum y que puede ser uno -quizá el modelo- de los ciento setenta trabajos de investigación que las fuentes antiguas atestiguan que realizó sobre las constituciones o modos de organización política de distintas polis griegas y otros estados) y otra a Jenofonte (que en realidad no puede ser su autor; a falta de otra atribución, se suele citar como la del Pseudo-Jenofonte) y la 

 

Lakedaimonion politeia ("La constitución de los lacedemonios" o "La república de los lacedemonios" o "de Esparta", esta sí de Jenofonte, que también desarrolla ideas políticas en otras de sus obras, especialmente en Ciropedia). A excepción del texto puesto en boca de Pericles, el pensamiento político griego no destacó precisamente por la defensa de la democracia ateniense, sino por planteamientos muy diferentes, tendentes al elitismo y críticos con la demagogia que se identificaba como un vicio consustancial a aquélla.Ya en época romana, autores como Cicerón (De re publica),Tito Livio (Ab Urbe Condita), Séneca y Tácito (Historias, Anales) o los griegos Polibio (Historias) y Plutarco (Moralia), desarrollaron ideas políticas en sus obras. Notablemente, tuvo una gran trascendencia en el pensamiento político posterior el análisis de Polibio sobre la forma en que las distintas instituciones de la República romana se contrapesaban para establecer una forma de gobierno mixta entre las alternativas aristotélicas puras (monarquía, aristocracia y democracia) y sus corrupciones (tiranía, oligarquía y demagogia).

La Edad Moderna

La escolástica entró en crisis en los últimos siglos de la Edad Media y se renovó en el Renacimiento (neoescolástica, neotomismo, neoaristotelismo, contractualismo, iusnaturalismo, regalismo, polémica de los justos títulos, mito del buen salvaje, teoría del tiranicidio, derecho de gentes, 

Escuela de Salamanca), mientras el pensamiento político se secularizaba (Maquiavelo -El Príncipe, 1513) y afrontaba el impacto de la división religiosa entre católicos y protestantes (politiques, Jean Bodin, Les Six Livres de la République ("Los seis libros de la república", 1576). 

La teoría del derecho divino de los reyes tuvo desarrollo en autores como Nicolás de Cusa (De concordantia catholica, 1433), o Francisco Suárez (Tractatus de legibus ac Deo legislatore ("Tratado de las leyes y del Dios Legislador", 1612), de un modo matizado; y alcanzó su plenitud en beneficio del absolutismo regio en Jacobo Estuardo (The True Law of Free Monarchies: or, The Reciprocal and Mutual Duty Betwixt a Free King and His Natural Subjects ("La verdadera ley de las monarquías libres: o, El deber mutuo y recíproco entre un rey libre y sus súbditos naturales", 1598 y Basilikon Doron  ("Regalo del rey", 1599 y 1603) o en Bossuet (Discours sur l´histoire universelle ("Discurso sobre historia universal", 1681, Politique tirée de l´Ecriture sainte ("Política sacada de la Sagrada Escritura", 1709) 

Las revoluciones burguesas, iniciadas con la holandesa y la inglesa, proporcionaron el contexto histórico (junto con un amplio margen de libertad de expresión y facilidad de difusión a través de la imprenta entre un público lector cada vez más numeroso) a una amplísima producción de todo tipo de literatura política, entre la que destacaron los grandes autores del siglo XVII (Grocio, Hobbes Leviathan, 1651, republicanismo clásico, Locke (Dos tratados sobre el gobierno civil, 1689) que abrieron el camino a los ilustrados franceses del XVIII (Montesquieu -Del espíritu de las leyes, 1748-, Voltaire, Rousseau (El contrato social, 1762 y los enciclopedistas) o a Gianbattista Vico.                         

La Edad Contemporánea