Neoinsitucionalismo

El neo-institucionalismo histórico

La idea subyacente a este enfoque es que las elecciones realizadas cuando se diseña una institución o cuando se inicia una política tendrán una influencia duradera sobre esa política o institución. Las instituciones, se dice, siguen una ‘lógica de la secuencia o de la dependencia’: los pasos dados en un momento dado determinan los pasos futuros.


El neo-institucionalismo normativo

Este enfoque se basa en la centralidad de los valores y las normas (formales e informales) para explicar el comportamiento de las organizaciones y sus actores. En este caso, los actores no actúan conforme a tendencias históricas o a pasos dados en momentos determinados. La ‘lógica de lo apropiado’, lo que se adapta mejor a los valores y lo ‘normal’ en una institución es el motor de la acción y del cambio sobre las instituciones.


El neo-institucionalismo racional

El enfoque de la elección racional también parte básicamente del individualismo metodológico y se nutre de la ciencia económica desde el punto de vista epistemológico. Este enfoque pretende explicar los fenómenos políticos a partir de los intereses individuales que se expresan mediante elecciones racionales. Al igual que el conductismo, el enfoque de la elección racional supone un rechazo del institucionalismo por cuanto que las instituciones constituyen obstáculos para el desarrollo de los actores, salvo en los enfoques de los autores que combinan la elección racional con las instituciones, objeto preferente de este tema. En este enfoque se sigue la ‘lógica de las consecuencia’. Los individuos racionales actúan en función de la maximización de los resultados de sus acciones, es decir, de las consecuencias de sus acciones.